Aplausos enormes porque ambos elencos dejaron la vida en la cancha. Y lo festejaron todos, los de Independiente que a pesar de la derrota se sintieron mejores, y los de Social, porque se fueron con la imagen de un 4 a 3 favorable, y que pese a no alcanzar, aplaudieron a rabiar a un equipo que fue por todo y no pudo.
El 4 a 1 del domingo obligaba a Social, y así Yori dispuso de un equipo super ofensivo, con tres delanteros y el lema del “se puede” grabado en la conciencia de cada uno de sus hombres. Los jugadores lo interpretaron, y de movida se notó que el equipo de Dolores iba a arremeter cuando pudiera, e Independiente del otro lado salió como apunado, lleno de errores que se vislumbraban a cada rato.
Ni un minuto tardó Social en demostrar sus ganas de revertir esta historia que venía mal barajada. Enseguida probó Silvio Morcella, y después Roncoroni con toda su furia. Respondió el Rojo con un tiro libre de Corti. Llegó Alvarez y no pudo de media vuelta, hasta que a los 20’ una corrida del enorme Salom terminó en gol de Battistessa.
Cuando lo tuvo Social
El tanto agrandó a Social que fue por más, con una defensa rival tambaleante y un arquero dubitativo. De contra sumó el siempre preciso Alvarez y con el 2 a 0 Social ya era un vendaval. Pero todo pareció calmarse cuando Corti recibió un regalo de la defensa local y descontó a los 28’ . No había respiro, y la gente se codeaba ante tamaña sucesión de emociones. Y habría más.
El partido era abierto, porque Social insistía e Independiente no hacía pie en el medio y atrás se regalaba, y en medio de todo Roncoroni metió una gran corrida por derecha que terminó en otro gol de Battistessa a los 31’ . Cuatro goles en apenas 11 minutos era demasiado. Era una final, con un equipo sin nada para perder y otro con mucho por ganar.
Andrés Cámara ya no estaba en la cancha y su lugar había sido ocupado por Mauro Medina, que le dio más vértigo a un Independiente que no pudo contar con Amara y sacrificó a Corti y Alfredo Cámara más de punta. El DT de Aldosivi comenzó a entrar en sintonía con su nuevo ladero, y así el Rojo pudo aplacar las aguas con el 1-3 desfavorable.
Cuando apareció Corti
El 10 de Independiente mostró sapiencia para enfriar el juego, valor para encarar mil veces pese a los golpes, y viveza para simular mil faltas. Y además dejó una cuota de su prestigio intacto sobre el final de ese primer tiempo vertiginoso, con un derechazo desde lejos que se transformó en el 2-3 que llevaba aire a los castellenses.
Social había hecho todo el gasto, y le quedaban aún 45 minutos para intentar la heroica. Se fueron los hermanos Carzolio y entraron Mayoraz y Bianchi, el primero para apuntalar el medio y el otro para mandar a Alvarez más arriba. Ya sin tanto vértigo, los de Yori llegarían al esperanzador 4- 2 a los 21’ , en una perfecta maniobra de contragolpe que coronó Battistessa.
Pero ni tiempo le dio Independiente, que con coraje sacó a relucir su chapa y enseguida descontó con un corner de Corti, que Alfredo Cámara cambió por gol con un genial taco en el medio del área chica. Ese 3-4 fue letal para Social, que lejos quedaba de la posibilidad de remontar la diferencia de tres goles. Después intentó, pero ya nada sería como entonces, porque el Rojo se había acomodado mejor atrás y ya las fuerzas no eran las mismas.
Fue triunfo de Social pero festejo de Independiente de Castelli, en medio de un partidazo que será recordado por mucho tiempo. Sólo quedaban las gracias a los dos por haber regalado un tremendo choque, de esos que quedan en las retinas de todos por siempre. Por juego, por entrega y por el coraje que tuvieron ambos para no defraudar a nadie cuando la historia parecía tener todo sentenciado.